lunes, 21 de diciembre de 2009

...Y llegó el INVIERNO...

Como cada año en esta fecha, el solsticio de invierno marca un cambio de estación, esto obliga a no pocas motos a guardar reposo en los garajes a la espera de unos rayos de sol.

Unos rayos que en esta época apenas calientan una tierra mojada y helada y que invitan a quedarse en casa. Pero hay mucha gente que aporvecha estas fechas para hacer algún viaje, allende los mares.


Esta imagen está tomada sobrevolando Vigo en curso al Atlántico, justo antes de la puesta de sol.

Nuestra travesía nos deparaba alguna sorpresa, si bien, los servicios meteorológicos son cada vez más precisos, estas épocas son susceptibles de empeorar la previsión sobretodo a ocho horas vista una vez ya hemos emprendido el viaje.

Ya de noche y en mitad del Atlántico la información del Aeropuerto de JFK anunciaba nevadas suaves, bajas temperaturas y visibilidades, viento fuerte y racheado, y un pronóstico de empeoramiento justo a la hora de nuestro aterrizaje.

Para poner las cosas aún más interesantes, un par de corrientes en chorro, que por estas épocas, suelen bajar su latitud, estaban justo en cara y semi cruzadas, lo que producía una incómoda turbulencia en aire claro. Sin posibilidad de cambiar el nivel de vuelo a causa del tráfico en el Atlántico Norte, nuestra única opción pasaba por reducir la velocidad de crucero para evitar la turbulencia en las áreas de mayor cizalladura.

Seguimos pidiendo informes meteorológicos del destino, que se mantenía con una visibilidad de 2 a 4 Statue Miles, con nevada ligera y viento fuerte del norte, bastante aproado con las pistas 04L y R de JFK. El alternativo de destino, Boston Logan, queda ligeramente al norte de JFK y mantenía una buena meteo hasta una hora después de nuestra llegada a destino, lo que nos garantizaba un plan B.

Pese a las malas previsiones el tiempo se mantenía aceptable para operar más allá de la hora del empeoramiento, los cálculos de aterrizaje nos dejaban poco margen por la longitud de pista, 3200m en la 04L y unos exiguos 2560mts en la 04R. Curiosamente,la pista larga solo cuenta con aproximación de precisión de categoría I, con unos mínimos de 3/4 de milla, que aún se cumplían. La 04R, más corta si permite el aterrizaje con visibilidades reducidas hasta 200 metros y alturas de decisión de 50 pies, unos 15 metros.

Ya cerca del aeropuerto la información meteorológica confirmaba que el meteorólogo había hecho bien sus deberes y la nevada que el día anterior descargaba sobre Washington, llegaba por fin a Nueva York, en su barrido de la costa este americana.

Pinchamos nubes a nivel 260 hasta el suelo, con temperaturas muy bajas y humedad y precipitación, hicimos uso de los sistemas antihielo del avión y las superficies críticas no presentaban ninguna acumulación. El Control de JFK nos fue dando vectores que bordeaban las zonas de mayor precipitación pero nos fue dejando muy bajos, a 2000 pies de altitud, que con esas temperaturas tan bajas nos producían un error de altimetro de alrededor de 100 pies, no hay problema pues la aproximación transcurre paralela a la costa, pero entre nubes y nieve dejamos un gran barco carguero a las tres de nuestra posición que o bien era muy grande o realmente íbamos más bajos de lo normal, pues con la precipitación y las nubes se veía realmente cerca.

Le pedimos recortar la maniobra a lo que fuimos autorizados, tristemente las condiciones de visibilidad no permitían el intento de aproximación a la pista larga, así que fuimos autorizados a la 04R, vimos luces de aproximación muy cerca de mínimos y continuamos hasta el suelo. La pista estaba parcheada de nieve compacta pero el sistema de autobrake y antiskid funcionaron al 100% y estuvimos a velocidad de rodaje en 2/3 de pista, por encima de los parches de nieve se veía nieve en polvo volando a gran velocidad, empujada por el viento. Libramos pista reportando una acción de frenado medium-good, lo que el controlador tradujo a "fair", y seguimos la calle de rodaje hacia nuestra posición de aparcamiento que aún estaba ocupada por otro tráfico.

Los servicios de limpieza se afanaban en dejar la 04L operativa para permitir la salida de aviones, así que calles de rodaje y plataformas quedaban plagadas de nieve. Nada más llegar al aparcamiento, una vez desconectadas las calefacciones de parabrisas, en unos segundos estaban de esta guisa, lo que da idea de la intensidad de la precipitación.


Y así estaba el aeropuerto


Una vez hechos los trámites aduaneros el camino al hotel fue muy lento pues toda la zona estaba igual de nevada, y llegamos sin incidencias aún viendo como varios coches derrapaban peligrosamente delante de nosotros y otros se quedaban en la cuneta con alguna avería.

Allá por donde pasábamos veíamos máquinas quitanieves trabajando y esparciendo sal, pero la intensidad de la nevada anulaba enseguida su labor.

En la ciudad losmontones de nieve se iban acumulando entre las aceras y la calzada, y todos los comercios, bancos, hoteles ponían a trabajar a su personal para limpiar, pala en mano su trozo de acera, evitando resbalones de los viandantes.

Siguió nevando toda la noche con gran intensidad, tanto que JFK quedó inoperativo por un buen rato,impidiendo la salida del avión que habíamos dejado, tripulación y pasaje se vieron obligados a dormir en el aeropuerto ante la avalancha de pasajeros que ocupaban ya los hoteles por cancelacion de sus vuelos.

El vuelo de vuelta fue muy parecido en cuanto a la ruta, pues los chorros seguían en su posición, y se estaba formando una borrasca alrededor del 45W, lo que nos obligó a pedir desvíos, y retrasar unos minutos nuestra llegada a Madrid, ya retrasada 4 horas por la dificultad de cargar el avión en una plataforma literalmente helada.

La previsión de meteo en Madrid anunciaba también nevadas, lo que ha obligado a restringir las llegadas a "rate 0", y a dos aviones, uno proveniente de Boston y otro de Nueva York en un horario anterior al nuestro a desviarse a Alicante y Málaga respectivamente.

Nosotrso seguíamos de buena suerte y a la hora de nuestra llegada, de nuevo se permitían aterrizajes, así que ha sido llegar y aterrizar.

El panorama a la llegada era muy parecido al del día anterior en JFK, pero pese a las críticas de medios de comunicación y usuarios, el aspecto de la rampa de Madrid esta mañana presentaba un aspecto mucho mejor que el de Nueva York 15 horas después de acabar la precipitación. De hecho yo he llegado a casa sin pisar ni una gota de nieve en la carretera.

Os dejo unas imágenes muy navideñas de la preciosa T4.


De los sevicios de limpieza que ya habían realizado un gran trabajo.



Y de un Iberworld aterrizando en la 33R, una estampa preciosa.


Que tengáis unas muy felices fiestas!!!