La K75 es una moto muy fácil como ya he comentado en muchas ocasiones, pero el tiempo pasa para todos sus elementos, así que aproveché que para revisar el grupo trasero de la transmisión hay que desmontar media moto para arreglar, pulir y pintar las piezas de los reposapiés, el pedal del freno y su varilla.
Aprovechando que el escape estaba quitado acabé de limpiarlo en aquellos rincones que no tenemos acceso con él en su sitio.
Ha quedado bastante bonita pese a que sólo le he pasado un trapo según la iba montando.
Otro detalle que le faltaba era la numeración de las bobinas, una para cada cilíndro, que como era originalmente en amarillo daba otro toque de color discreto al motor, desmonté los cables y acabé de limpiarlos con limpia contactos, y las bobinas han recuperado un aspecto de lo más lozano. La inscripción original era en Alemán, y yo la he escrito en Castellano.
En la misma imagen el pedal del cambio que también pinté y ajusté en posición.
Ahora a por el cuadro de mandos y sus luces internas.
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