miércoles, 8 de julio de 2009

Susi y su freno trasero

Cuando montamos la Suzuki, el distribuidor no tenía el disco trasero, luego al mandárnoslo se quedó en el cajón de repuestos esperando el día en que lo montara, hoy después de carburar la RS, me quedaba un ratilllo hasta la hora de comer y me he decidido a cambiarlo, si no fuera por lo que pesa la rueda trasera habría sido coser y cantar, pero tanta goma necesita un buen tamaño de llanta y esta pesa bastante, ahora entiendo porqué en carrera se cambian las llantas por alguna más ligera.

Este es el disco original, está en uso perfecto y las pastillas que luego cambiaremos también, así que esto que voy a hacer es solo cuestión de estética.


Lo primero es aflojar la tuerca del eje.


Luego aflojamos los tensores de la cadena.


Sacamos el eje de su sitio.


Y quitamos la rueda, apoyamos la cadena en el lado izquierdo y sacamos la pinza del disco en el lado derecho, esta queda colgando de su latiguillo. Ya tenemos la rueda en nuestras manos para trabajar.




He usado un par de tacos gruesos de madera para apoyar la llanta y que la corona no tocase el suelo, también se puede desmontar la corona tirando de ella y sale con el porta coronas, lo que saldría también sería el amortiguador de la corona, unas gomas triangulares que hacen que las reducciones no sean tan bruscas ni con la llanta ni con la cadena.


Para aflojar los tornillos de disco suele hacer falta una buena barra que nos haga de palanca, en este caso han salido sin problemas y sin mucho esfuerzo, recuerdo que al montarlo, Fernando temía estropear las roscas de la llanta, pues la llanta la habíamos pintado, y para evitarlo le puso algo de grasa para que los tornillos entraran bien, así fue pero quedaron muy flojos, no se han soltado pero la recomendación es ponerle una gotita de fijatornillos como luego haremos con el nuevo. Total que la barra que véis en el lado derecho no me ha hecho falta. También puestos a ser observadores podemos apreciar el llantazo que lleva la llanta en la parte inferior, estas llantas de aluminio son muy delicadas, incluso para montar los neumáticos.


Planteamos el disco en su sitio y el distribuidor no ha tenido errores, va como anillo al dedo. Le damos un buen fregado a los tornillos de disco y les quitamos la grasa que aún tienen, los apretamos en cruz y con cuidado de que todos entren en los orificios del disco. Le damos una gotita de fijatornillos a la rosca para que no se muevan.

Cuando cambiamos un disco, lo suyo es cambiar también las pastillas, mientras el disco tenga este aspecto de paella sin estrenar, no frenará como debe, hay que hacer además un rodaje tanto a las pastillas como al disco, evitando dar frenazos bruscos hasta que no hayamos desgastado ambos un poco. Aprovecho para limpiar bien la pinza con el "Bremse Reiniger de Louis" que quita toda la mugre en un santiamén.


También he aprovechado para darle un buen fregoteo al basculante por su parte interna, allí donde nunca llega la mano, para pulir la tuerca del eje, limpiarlo todo, ya me conocéis. Un poco de maña intentando alinear todos los orificios de llanta, basculante, tensores y porta-pinzas y a apretar, el método para tensar es mucho más sencillo que en otras motos, pues lleva unas hendiduras en el basculante y una marca en el tensor, cuestión de dejarlas a la misma distancia y con la cadena en la tensión adecuada, y ya hemos acabado.

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