martes, 14 de septiembre de 2010

Zapatos nuevos para Sally

Que así le ha puesto el peque al nuevo coche, claro, como anda loco con la pandilla de Cars hemos tenido que bautizarlo así.
El caso es que hoy hemos cambiado las ruedas traseras que ya estaban en el límite de desgaste y no es este un coche para andar escatimando en gomas.

Lo hemos subido con ayuda de un elevador, en casa es muy complicado y arriesgado hacerlo, así que deberé visitar el taller mucho más que con las motos.


Un rato de máquinas modernas, nada de barras ni destalonadoras manuales, a ver quién es el guapo que saca esto del sitio a mano.


Y hala, ruedas nuevas, que bien se trabaja con las herramientas adecuadas.




Yo he aprovechado para poner en su sitio un protector de bajos que estaba mal montado, limpiar un poco los bajos y ver por dónde pierde aceite, que es por varios sitios, pero ninguno preocupante.


Por el termostáto del radiador, posiblemente cuestión de juntas nuevas.



Y también por algunas conducciones de aceite, cosas que arreglar en el futuro.

Además he vuelto a remachar el embellecedor de la rueda trasera derecha que estaba un poco suelto y hacía un ruidillo muy molesto, ya se ha callado para otro buen rato.


También he revisado partes metálicas que necesitan atención, antes de que ese óxido vaya a más.


Pero si la Sanglas salió a flote, ¿no va a hacerlo este sapín? sapina, sapina, que es chica ¿¿¿????

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