Conseguir ser rápido en carrera es muy difícil, se debe alcanzar un equilibrio entre material de primera calidad, equipo que sepa ajustar dicho material, y un piloto muy rápido en todas las circunstancias de la carrera, en entrenos, clasificación, en la salida, durante las primeras vueltas, aguantar tanto el ritmo como el envite de los demás, y llegar al final con la ventaja suficiente como para ver bajar la bandera de cuadros en primer lugar. Es muy difícil.
Cuanto más si estamos hablando de estar trabajando entre los mejores pilotos y equipos del mundo, donde todos tienen experiencia y presupuesto suficiente para conseguir el mismo objetivo.
Y si pensamos que la temporada comienza en un continente, se pasa por prácticamente todos, se corre de día, de noche, con calor y con lluvia, las combinaciones para alcanzar el mejor compromiso en la mayoría de carreras es, como ya he dicho, muy difícil.
Hace muchos años que los españoles ganan carreras, pero un campeonato, en concreto el de MotoGP donde se concentra lo mejor de lo mejor, no se consigue desde el 99, cuando Alex Crivillé ganó el mundial de la extinta categoría de 500cc. Las motos entonces eran auténticos caballos desbocados, sin ningún tipo de control de tracción y donde todo dependía de la habilidad del piloto-equipo para poder utilizar la entrega explosiva de potencia y correr más que los demás.
Alex Crivillé Campeón del mundo de 500 1999Es bueno hacer una reflexión respecto a la calidad de toda la parrilla, donde después de una carrera de ciento y pico kms, del primero al último hay una diferencia de segundos. Esto implica que para ganar hay que ser bueno y consistente, dar una o varias vueltas rápidas no sirve, hay que ir al límite en veintidos o veintitrés vueltas, sin cometer fallos, sin pasarse de frenada o acelerar de menos, con las ruedas nuevas o desgastadas, con el depósito lleno o casi vacio. Hay que saber adaptarse a las circunstancias a cada minuto y hacerlo mejor que los demás aunque sea por décimas de segundo. Y así cada fin de semana.
Evitando exceder lo que la pista o la moto te permiten, teniendo la suerte de cuando te vas al suelo no hacerte demasiado daño.
Y si te lo haces, saber correr sin hacerle caso a esa lesión que te impide estar al 100%, para mantenerte arriba.
Ganar un Campeonato, y más si es un mundial, requiere de una concentración durante meses y de un trabajo bien hecho en toda circunstancia, que a igualdad de mecánicas y de pilotaje, convierte el triunfo en algo de una dificultad extrema.
Así que desde este pequeño y modesto blog, enhorabuena campeones, el esfuerzo y el trabajo bien hecho han dado sus frutos y vuestros nombres quedarán escritos en la historia para siempre. Es un orgullo saber que en el pequeño país de uno, tan desmembrado y enfrentado en tantas cosas inútiles, quedan profesionales capaces de alcanzar lo mejor, que saben dar más de si que los demás, que no renuncian ante las dificultades y que se sobreponen a ellas, siendo capaces de alcanzar la gloria a base de esfuerzo, tesón, cariño por el detalle y competitividad. Sois un ejemplo a seguir.
Felicidades y a disfrutarlo, sois los mejores!!!
Jorge Lorenzo, Campeón del mundo de MotoGP 2010
Toni Elías, Campeón del mundo de Moto2 2010
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